En el mundo de hoy, al que se le suele citar como aldea
global, es inevitable que tanto organizaciones, personas y naciones conozcan
sobre tecnología e innovación. La tecnología está necesariamente presente en
todos los contextos en que se pueda pensar, se nos ha hecho tan cotidiana como
imprescindible. Sin embargo, hacer precisiones conceptuales es desacertado ya
es muy difícil limitarse a una sola definición que pueda dejar de lado aspectos
importantes del término.
Para contextualizar, en el origen de lo que hoy se
entiende por tecnología, innovación y gestión tecnológica está la ciencia,
cuyas características de sistemeaticidad, metocidad, verificabilidad,
aplicabilidad, universalización, entre otras, llevan a la explicación a los fenómenos del mundo para
llegar a verdades universales observables y verificables. En ésta búsqueda
surgió y se formalizó la técnica, que consiste en una serie ordenada de pasos
que facilitan replicar un proceso con exactitud y con resultados fieles. A
medida que la ciencia se fue especializando cada vez más, se encontró que sus
avances podían ser aplicados a otros aspectos del mundo y es así que las
empresas empiezan a adoptar e involucrar tanto las herramientas como el
conocimiento derivado de la ciencia; incluyendo sus técnicas, y así nace la tecnología.
La tecnología sin embargo se preocupa más por el aspecto
pragmático y trata dar soluciones a los problemas y necesidades del contexto.
Pero como sucede que estos problemas y necesidades cambian, se suplen o se
transforman, surgió el compromiso de pensar la tecnología como un proceso en
constante actualización. Este nueva mirada de la tecnología permitió que se
empezara a hablar de innovación como un elemento de gestión. La innovación es
hoy en día, sin lugar a dudas el elemento diferenciador que se relaciona
directamente con la creación de valor y por lo tanto con el desarrollo
sostenible.
Es claro que las naciones más poderosas ya no son aquellas que
poseen más recursos naturales sino las que logran gestionar sus factores de producción
de manera efectiva y responsable para generar impactos positivos en la
sociedad.
De esta manera queda clara la relación entre ciencia,
técnica, tecnología e innovación y se destaca la importancia de la gestión para
desarrollo social y empresarial.
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